
Camino en el Arboretum Lussich
La propuesta del Bosque Habitado
El bosque habitado surge a partir de una visión minimalista de la vida. Creamos lugares pequeños donde habitar no sea el hacinamiento en un deposito lleno de posesiones que nos posean a nosotros. Mantenemos consciencia en el consumo de agua y electricidad porque no queremos tener una actitud depredadora hacia nuestro planeta. Procesamos las aguas residuales y los restos orgánicos porque no queremos legar aguas subterráneas contaminadas y el bosque se nutre con ello. Implementamos tecnologías alternativas en búsqueda de sustentabilidad. Nuestra huerta jardín, además de belleza, produce alimentos y plantas medicinales. Más de treinta especies de árboles forman nuestro bosque, un lugar donde diversas aves encuentran cobijo. Las aguas de los estanques , además de formar parte del sistema de riego y deleitarnos con su canto, también son un refugio para la vida. Y tenemos como meta continuar en esta dirección con futuros proyectos. Cuidamos el entorno por nos gusta disfrutarlo, y deseamos compartir este gusto. Un gusto por las cosas sencillas, sanas y armónicas. Una visión inspirada en los pensamientos de Henry David Thoreau y Carl Honoré.

Fauna silvestre a tu alcance
Nuestra casa se sitúa en la falda del Cerro de los Burros, y debido al cuidado con el que gestionamos la vida vegetal, nos hemos beneficiado con una constante presencia de fauna autóctona. A lo largo del año, mas de veinte aves identificadas, comadrejas, zorros, manopeladas, zorrillos y lagartos encuentran refugio en EL Bosque Habitado,
Reserva natural de alto valor
Recientemente Cerro de los Burros a sido declarado Patrimonio Histórico Nacional, debido a los restos arqueológicos descubiertos en el lugar y a su importancia como reserva de biodiversidad.
Senderismo
Cerro de los Burros es una formación con 176 metros de altura sobre el nivel del mar, pero como nuestra casa se encuentra a 100 metros, estamos en buena posición para realizar el ascenso, pudiendo llegar a la cima en 20 minutos, recorriendo unos pintorescos senderos con una incomparable vista de cerros y mar, tan propia de la zona de Piriápolis.
